¿Preparado para un recorrido veloz por la actividad ElMero Grupos Nortenos? Cada noche trae ritmo, calzado bien pulido y acordeones tan potentes que despiertan hasta al más adormecido. La escena no se maneja de manera elegante. Lo que más sobresale es la manera en que los colectivos locales ajustan las tradiciones al calor de la frontera y el bullicio de la ciudad. Existen elementos en los acordes que atraviesan hasta el más reservado del rincón.
En una ocasión, un primo me relató que en un bar de la ciudad de National City, el grupo nocturno interpretó “La Puerta Negra” y la multitud casi derribó las paredes del sitio. Esa energía, ese aroma a tierra, añoranza y celebración, provoca que los grupos del Norte aquí no solo practiquen, sino que también disfruten de la música. Mientras rasguen las guitarras, dibujan memorias y, cuando la tuba resuena a todo lo que da, nadie puede permanecer sentado.
Las tocadas en este lugar generalmente comienzan más tarde, nunca cuando indica el cartel. Siempre existen relatos previos al espectáculo: el conductor que se perdió, la bocina que no prendía, el cantante que se quedó atrapado en la circulación vial. Sin embargo, una vez activados los instrumentos, la tarima se transforma en un escenario de baile. Abuelos, millennials, primos con gran experiencia, todos lanzan un grito.
No es un secreto que la combinación de culturas proporciona un sabor distinto a estos conjuntos. Existen personas que afirman que en estos grupos se perciben notas texanas combinadas con corridos tradicionales e incluso arreglos asombrosos. Algunos grupos atreven con versiones en inglés, guitarras eléctricas e incluso rap durante el descanso. Eso es verdad, los sombreros siempre están presentes.
No obstante, la rivalidad por las buenas tocadas es intensa. Es necesario introducir cumbia, polka, corrido e incluso romanticismo, ya que el público dicta y no tolera vuelos de bajo nivel. Las redes sociales poseen su humor: quien no comparte historias o no invita a la tía con seguidores acaba tocando a tres amigos conocidos. Aquí se puede observar de todo, desde afiches digitales mal elaborados hasta campañas improvisadas que, de algún modo, impacten a toda la banda.
Un elemento peculiar es la función de la familia. Numerosos grupos se componen de primos, hermanos o compadres que compartieron su crecimiento. Se dice que los ensayos a veces saben más sobre carne asada que sobre una sesión profesional. Sin embargo, quizás ahí reside el secreto: tocar la vida cotidiana, darle ritmo al vecindario y permitir que los sueños se oigan en alto.
Si alguna vez cruzas San Diego y observas un cartel con un acordeón y botas en llamas, aprovecha para dormir un momento ahí. Los colectivos de origen norteño de esta ciudad no comprenden el silencio. Y mientras existan relatos que contar, seguro que alguien aquí hallará el método para hacerte bailar.